Granada-Cristo de las Angustias

En el patio de la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias, en lo que fue la entrada lateral a la iglesia, se colocó la cruz de mármol, convirtiéndose en una portada capilla enmarcada por la imagen del Crucificado.

La devocionada cruz no pasa desapercibida, ya que se encuentra en una de nuestras calles más populares y transitadas, La Carrera de la Virgen. Son miles los granadinos que, aunque sea de forma breve, visitan al Cristo del Patio y piden con fe o agradecen los favores recibidos.

La imagen es popularmente conocida como Cristo de Navas Parejo, aunque en realidad, el artista, intervino en una de sus restauraciones y no en su ejecución.

El Cristo y su cruz, provenían del antiguo cementerio, zona del depósito de cadáveres, donde se encontraba abandonada. Se desconoce su autor y fecha, aunque si que podemos datarla en el siglo XVIII. Fue adquirida en 1.921 para la basílica donde se conserva en perfecto estado.

En el año 2.012 fue restaurada por el equipo de D. Dionisio Olgoso Moreno.

Cristo de tres clavos, coronado de espinas y paño de pureza corto anudado a la derecha. Yacente por la posición de la cabeza y ojos cerrados.

A derecha e izquierda del crucificado, en sendas cartelas se inscribe el conocido soneto, a Cristo crucificado, de la poesía mística española atribuido a san Juan de Avila.

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

Antes de su restauración, existían miles de exvotos colocados a los pies de la cruz y en los faroles que alumbra la imagen.