Quéntar- Cruz de Santa María de los Labradores
La localidad de Quéntar guarda en uno de sus maravillosos parajes, lo que consideramos un "santuario natural" sin igual. Santuario literalmente, ya que en el entorno de Prado Montero nos encontramos con la Ermita de Santa María de los Labradores. La peculiaridad de esta ermita que la hace única, es la de no poseer muros ni tejados,pero contiene todos los elementos que sacralizan un espacio: pila de agua bendita, campana, capilla,confesionario,gradas y cruz; la libertad elevada a la máxima expresión en un entorno natural de cuento de hadas.
La visita de hoy 6 de noviembre de 2.016, ha marcado nuestras retinas como a fuego y difícilmente olvidaremos el inmenso placer que ha quedado impregnado en los sentidos del alma. Los colores intensos del otoño, la luz del atardecer, el sonido del agua y el gorjeo de los pájaros nos han acompañado por la senda que nos conduce a la serenidad y paz que emana la ermita y su entorno.
Por la estrecha vereda, cubierta de vegetación, que nos lleva a la ermita, nos encontramos con una serie de placas cerámicas inscritas con estrofas de alto valor teológico-espiritual, cuyo contenido aluden a María como Madre del Salvador y Mediadora entre Dios y los hombres.
- La primera placa que visualizamos es el preludio de la maravilla que vamos a contemplar.
Primera estrofa del Magnificat: Magnificat anima mea Dominum...
"Mi alma magnifica al Señor y salta de júbilo mi espíritu en Dios Mi salvador"
Este cántico es hoy uno de los pasajes bíblicos más famosos relacionados con María, madre de Jesús, reconocido en el cristianismo como una síntesis del ideario que ella vivió.
- La segunda placa contiene otra estrofa relacionada con María, concretamente la epístola que se lee en la misa de Inmaculada Concepción de la Virgen.
"Aún no estaban asentados los montes y collados cuando yo había ya nacido"
La Virgen-Madre, despojada de su velo simbólico, no es más que la personificación de la sustancia primitiva que empleó, para realizar sus designios, el Principio creador de todo lo que existe.
- La tercera placa alude al tercer cántico de la antífona de la Vigilia de la Asunción de María:
Escuchadme, hijos piadosos, y creceréis como rosal plantado junto a la corriente; perfumad como incienso, floreced como azucenas, difundid fragancia.
"Eres como rosal plantado junto a las corrientes de los ríos"
- La cuarta placa hace mención a otra epístola de la misa en la festividad de la Inmaculada Concepción.
"Aún no habían brotado las fuentes de las aguas y yo estaba ya concebida en el plan de Dios."
Nos enseña la Letanía, que la Virgen es el Vaso que contiene el Espíritu de las cosas.- Vas spirituale.
- La quinta placa contiene una epístola del Libro del Eclesiástico Cap. XXIV,17
" Elevada estoy cual cedro del Líbano y cual ciprés en el Monte Sion"
Como el cedro está libre de la corrupción, así María fue inmune de pecado. Como el cedro con su olor ahuyenta las serpientes, así María con su santidad ahuyenta los demonios.
- La sexta y última placa cerámica del recorrido, antes de acceder al recinto sagrado, se encuentra situada encima de una pila para agua bendita tallada en la roca y que hace un alegato a la Inmaculada Concepción en este cántico tradicional
" Te viste el sol, tu pie calza la luna, tu sien de estrellas coronada está"
Qué hermosa sois, oh Madre Inmaculada!
el mismo Dios formó tanta beldad,
te viste el sol, tu pie calza la luna,
tu sien de estrellas coronada está.
Ay, tiéndeme, oh Madre una mirada,
de paz y amor llenadme el corazón,
y por la fe que tu piedad me inspira,ensalzaré tu pura Concepción.
De igual modo, la estrofa recoge los aspectos iconográficos más relevantes en el arte referentes a la Inmaculada Concepción y prueba de ello es el grabado realizado por el pintor barroco Juan Rebollo Ordoñez en 1.784 sobre la Inmaculada de Alhendín de Pedro de Mena, en el que podemos observar las potencias que envuelven a la Virgen y que simulan el sol y los pies de María sobre un creciente lunar.
Grabado de Juan Rebollo Inmaculada de Alhendín 1.784
Como hemos mencionado al inicio, cada una de las placas descritas contienen un alto valor espiritual a cerca de distintos dogmas y doctrinas marianos: Inmaculada Concepción, Asunción de la Virgen, Coronación de la Virgen etc, las cuales nos indican que nos encontramos en un espacio dedicado a la Santísima Virgen bajo la advocación de Santa María de los Labradores .
Al igual que en todos los edificios religiosos, las pilas de agua bendita que nos encontramos a la entrada de los recintos sagrados nos dan la bienvenida y nos invitan al recogimiento, a dejar nuestras preocupaciones cotidianas y a centrarnos en la presencia de Dios; en este lugar, como no podía ser de otra manera, antes de acceder al templo natural, una pila para agua bendita tallada en la roca y superada por una cruz incisa, nos indica donde estamos: en la casa de Dios, sin muros ni tejados.
Subimos los cuatro peldaños construidos con piedra caliza que nos llevan al interior y a escasos metros nos encontramos con una gruta natural con asientos pequeños igualmente en piedra; podríamos decir que se trata una capillita de recogimiento y oración.
Tras pasar la capilla, nuestra vista se llena de admiración al divisar una cruz en el centro de una explanada rodeada de vegetación y grandes rocas; el crucero contiene la imagen de una pequeña imagen de la Virgen que posteriormente describiremos con detalle. Simplemente, nos quedamos sin palabras ante la inmensa belleza que estábamos contemplando.
Una vez en el corazón del santuario, la perplejidad, el asombro y la emoción, hacen que nuestras miradas recorran vertiginosamente y en décimas de segundo todo el espacio, como queriendo captar todos los detalles de una sola ojeada. La cruz , el confesionario , la campana y de fondo la ornamentación de la naturaleza a los pies del Creador, confieren al lugar un halo de espiritual inigualable .
DESCRIPCIÓN DE LOS ELEMENTOS DE LA ERMITA:
1- Cruz.
Principal elemento de sacralización de este espacio.
De tipología latina con acanaladuras interiores cerca de sus vértices y pequeñas bolas lisas de coronamiento en los extremos de sus brazos a modo de remates. En el centro de fuste o brazo vertical, una placa cerámica contiene la leyenda: Santa María de los Labradores. Erigida sobre un basamento circular de piedra caliza y lajas del mismo material como base y asiento de la cruz. Centrando el crucero, nos encontramos la imagen estática de María sobre un capitel muy original formado por frutas y verduras típicas de la tierra de Quéntar, conjunto realizado en cerámica vidriada de gusto exquisito. Un tejadillo protege la imagen de las inclemencias meteorológicas.
A los pies de la cruz, observamos las muestras de devoción en torno a esta venerada imagen que consisten en ofrendas florales y frutales, en agradecimiento por los frutos de la tierra y protección de las cosechas. El acto de ofrecimiento se realiza mediante una romería todos los 15 de agosto en el día de la Asunción. La imagen ha sido igualmente frecuentada por pastores de la zona, los cuales custodiaban y protegían el entorno. No hemos de olvidar que se trata de una advocación agrícola y por tanto patrona también del gremio de pastores y ganaderos.
La cruz está fechada a día 15 del VII de 1.959, realizada por F.F.G.
- Confesionario.
Fabricado en cantería caliza con todo lujo de detalles; ventana de medio punto con rejilla, asiento para el sacerdote y una cruz de piedra en la parte superior.
En este lugar se decía misa todos los domingos, ya que los agricultores y pastores no podían desplazarse al pueblo debido a la distancia y sus labores; antaño estas profesiones eran muy duras y no existían días festivos, aunque si unos instantes para dedicarlos a Dios.
- Campana.
Como en cualquier edificio sagrado, la campana preside lo más alto del templo y sirve de llamador a la oración. Los "toques" previos a la celebración de la Eucaristía. Aquí tampoco falta ese elemento imprescindible.
Situada en una peña y colocada mediante una sencilla pero bonita estructura metálica.
La campana procede del Cortijo Prado Montero y es propiedad de los herederos del pintor granadino Gabriel Morcillo.
Debajo de la campana reza una inscripción en la piedra: "Danos la paz y la lluvia y danos también las flores, Madre María de los Labradores".
- Gradas.
Una grada de cinco escalones construida en caliza, posiblemente sirviera de asiento a los feligreses que acudieran a la misa.
EL ENTORNO:
- La cabra del Pantano de Quéntar.
La escultura de una cabra montés situada en un picacho y a unos cientos de metros de la ermita de Santa María de los Labradores, la hizo Isabel Morcillo, hija del pintor granadino Gabriel Morcillo. Su figura queda como una muestra de escultura popular al aire libre .
- Fuente del Mochuelo.
Situada cerca del Cortijo de Prado Montero y en la vereda que nos conduce la Ermita de la Virgen de los Labradores. Una figura muy simpática de un mochuelo corona la fuente y de ahí el nombre de la misma.
La Fuente tiene un estanque próximo con placa conmemorativa con este texto del poeta granadino Manuel Benítez Carrasco (1922-1999)
“Mil gracias, alberca, porque herida de estrellas esta noche me pones tan a mano el alto cielo”
- Veredas.
Estrechas veredas repletas de vegetación permanente, nos conducen a la ermita como si de un laberinto se tratase, símbolo del camino evolutivo del hombre que nos conduce hasta el mismo seno de la Mater primigenia.
Impresiones:
Llevamos muchos kilómetros a nuestras espaldas visitando lugares de nuestra bella provincia en busca de cruces populares. Todos tienen su encanto y no menospreciamos nada de lo visitado, cada uno con su relevancia, cada cruz con su valor sentimental, con sus leyendas o sus devociones, pero este lugar nos ha marcado profundamente y nos ha puesto en "nuestro sitio" : debemos ir más despacio y contemplar mas detenidamente las maravillas que ante nuestros ojos se presentan; mirar más que ver, observar detenidamente los detalles y aprender de nuestro entorno para transmitir los conocimientos que día tras día la naturaleza nos pone de forma gratuita en nuestras manos.
Agradecimiento:
Antes de visitar la Ermita de Santa María de los Labradores de Quéntar, llevábamos un previo conocimiento de la ubicación. Al llegar al paraje de Prado Montero, casualmente nos encontramos con una srª que paseaba por la zona, le preguntamos por la ermita en cuestión y muy amablemente, Toñi, nos acompaño hasta el lugar. Gracias a su generosidad y disposición, pudimos visitar la Fuente del Mochuelo y la alberca, nos indicó los emplazamientos de cada una de las placas cerámicas marianas antes de llegar a la Ermita, nos contó las vivencias de su padre como pastor y profundo conocedor de la zona, nos habló de la romería y las ofrendas de los frutos de la tierra el día de la Asunción 15 de agosto a la Virgen de los labradores. Fue nuestro Cicerone y la mejor fuente de información que podíamos encontrar.
Muchas gracias Toñi
Imágenes destacadas.